Desierto Recordado (2024)
Desierto Recordado es la recreación de cinco periodos históricos del Desierto Chihuahuense, el más grande en Norteamérica. La obra aprovecha el potencial de la realidad virtual para crear un fuerte sentido de presencia y permitir a sus visitantes explorar de manera vivencial la relación entre historia, memoria y ficción.
Si la historia está mediada por la memoria y la percepción humana, ¿es entonces una ficción? Isaías Herrera busca responder a esta pregunta al disponer escenarios donde los viajeros virtuales pueden revivir acontecimientos históricos y descubrir historias que han quedado al margen de la narrativa institucional predominante. Al integrar su propia experiencia y recuerdos, el visitante tiene la oportunidad de redescubrir y reinterpretar el pasado del Desierto Chihuahuense desde la perspectiva del presente.
Las narrativas y mitos sobre la identidad nacional se han centrado en las civilizaciones mesoamericanas, conocidas por su desarrollo cultural y sus abundantes riquezas naturales. Esta visión centralista ha eclipsado las historias de otras regiones como Aridoamérica. La representación generalizada del desierto como un área inhóspita con condiciones climáticas extremas ha etiquetado al noreste como una región de tránsito, inhabitable, de barbarie y falta de cultura, como sugiere la frase atribuida a José Vasconcelos: “la civilización termina donde comienza la carne asada.”
La imagen del "no-lugar" donde mueren migrantes, se concentra el narcotráfico y los recursos son escasos contrasta con una región que alberga al 9% de la población de México, el 25% de las cactáceas conocidas en el mundo, una alta diversidad de flora y fauna endémicas, los mantos acuíferos de Cuatrociénegas con estromatolitos y una biodiversidad microbiana única que ofrece valiosa información sobre la evolución de la vida en la Tierra, fósiles, importantes sitios arqueológicos y, además, al tercer estado con mayor contribución económica al país, con un PIB del 8%.
A pesar de la riqueza histórica, cultural y natural del Desierto Chihuahuense, las narrativas de escasez han dado lugar a políticas económicas y públicas que, junto con la pasividad de sus habitantes, han permitido el deterioro, la explotación de sus recursos y la entrega de su territorio a empresas mineras, refresqueras, cerveceras, inmobiliarias, cementeras y un largo etcétera.
¿Qué implicaciones tienen las narrativas incompletas o parciales en la conformación de la identidad de los habitantes de una región? ¿Cómo sería nuestra identidad si nuestra memoria colectiva, mediada por la percepción, relatara otras historias? ¿Podemos reconstruir y apropiarnos de estos relatos?
Con la colaboración de Andrés Gordillo López, investigador e historiador, se documentaron y recrearon escenarios de distintas épocas para explorar tanto los eventos como las cosmovisiones de los habitantes de la región en cada período. El viaje en el tiempo inicia en la Era Mezozoica con especies como el monstruo de Aramberri y el Coahuilaceratops, atraviesa la época precolombina con el pueblo indígena Wixárika con casi un milenio de antigüedad, hasta los primeros asentamientos españoles durante la Guerra Chichimeca en el siglo XVI; continúa en la época industrial con la llegada de los ferrocarriles en el siglo XIX y concluye en la guerra contra el narcotráfico y la crisis hídrica de los últimos años.
Las fisuras en la memoria y en los registros históricos, donde los detalles se desvanecen y emergen reinterpretaciones subjetivas, se convierten en el lienzo donde se plasma la esencia de la obra. La imaginación, que completa los vacíos narrativos cuando nos confrontamos con lo que no puede ser conocido, se integra plenamente en nuestra narrativa autobiográfica y en la de los lugares a los que pertenecemos. Es en esta intersección entre la fuga de la memoria y la liberación de la imaginación donde “Desierto Recordado” encuentra su propuesta estética en el diseño de sus personajes, entornos virtuales e interacciones.